El estado de Hidalgo, está conformado por una gran diversidad de población multiétnica y multicultural. Existen grupos indígenas: Otomíes, Nahuas, Totonacos y Tepehuas. Las ciudades principales del estado (Pachuca, Tulancingo, Ixmiquilpan, Actopan), en su gran mayoría son habitadas por gente mestiza; así como descendientes de migrantes ingleses y chinos. Conformando un gran mosaico pluricultural, enmarcado por enormes diferencias socioeconómicas y culturales entre las personas. Sin embargo, todos estos grupos sociales tienen prácticas en común; como es la “Interrupción del Embarazo” (ILE).
Entre los otomíes del estado de Hidalgo, se pueden encontrar técnicas y prácticas abortivas, que atañen desde la época prehispánica, hasta nuestros días. Una de ellas son los rituales, realizados por curanderos llamados badi, y parteras. Los cuales son buscados por mujeres preñadas, que manifiestan la decisión de interrumpir su embarazo. Los curanderos, tienen que realizar una consulta a la deidad llamada Horazu, diosa relacionada con la lujuria. La cual indicara el método y proceso adecuado para procurar el aborto. Puede ser a base de la ingesta de preparaciones, hechas a base de hierbas (zoapatle y epazotillo del monte). O sobar el vientre de la mujer, con el fin expulsar el producto.
Los curanderos y parteras, recomendaran a la mujer después de haber realizado el aborto, un baño ritual llamado hpato o temazcal, donde serán limpiadas y purificadas ritualmente a través de los vapores, rezos y plegarias de las parteras. Jacques Galinier, en La mitad del mundo. Cuerpo y cosmos en los rituales otomíes, hace referencia a la existencia de una deidad, llamada horazu. La cual es descrita como:“Una divinidad femenina asociada a la lujuria y a la confesión de los pecados. Permite una liberación del pecado y desaparece el dolor lumbar”.
Es importante destacar que la interrupción del embarazo, en Hidalgo era ilegal y penalizada por el estado. Sin tomar en cuenta las necesidades sociales y la salud reproductiva de las mujeres. Comprometiéndolas a severos conflictos legales, ya que podían ser penalizadas y encarceladas. Obligándolas a recurrir a métodos y técnicas descritas anteriormente. Así mismo, tenían que hacer uso de clínicas clandestinas, que realizan abortos sin ninguna seguridad médica, exponiéndolas a peligros en la integridad de su cuerpo y salud.
La Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en Hidalgo, es una larga lucha histórica. Encabezada siempre por movimientos de mujeres y colectivos feministas: “Marea Verde”, “Aquelarre Cihuacóatl”, “Colectiva Feminista Hidalguense”, entre otras. Saliendo a las calles a manifestarse, exigiendo al gobierno en turno, políticas y leyes que favorezcan la libre decisión, en favor del aborto y una vida reproductiva saludable.
En junio del 2021, el gobierno del estado de Hidalgo aprueba y legaliza, la interrupción del embarazo (ILE), hasta las doce semanas de gestación. Convirtiéndose en el tercer estado de la república, en despenalizar y legalizar el aborto. Procurando políticas de salud pública, en la vida sexual y reproductiva de las mujeres.
En el presente, el estado de Hidalgo cuenta con clínicas médicas, profesionales y especializadas, en la Interrupción Legal del Aborto (ILE). Las Unidades Médicas de la Mujer. Proporcionan un servicio altamente calificado y realizado por médicos especialistas, los cuales proporciona información necesaria, así como un trato cálido y humanitario al paciente, en el transcurso del procedimiento clínico.
Deja una respuesta